sábado, 14 de mayo de 2011

Reciprocidad ausente

Aunque el tema central de éste blog se centra en la problemática actual de las ballenas jorobadas, visitar una hermosa isla en el Caribe colombiano, me hace recordar que los cetáceos no son la única especie que sufre por el abandono del hombre.
A pesar que Isla Fuerte sea prácticamente un paraíso tropical, por su gran biodiversidad, hermosas playas  y desbordante riqueza natural, presenta un bajo nivel de conservación de los ecosistemas que son explotados por sus habitantes.  

                                                        Fuente Propia
Durante un recorrido por los manglares de la isla, pude observar la preocupante realidad por la que atraviesa éste ecosistema: mangles talados, fauna marina escasa y el hombre desinteresado.
Los manglares están compuestos fundamentalmente por árboles llamados mangles (“Los manglares”, 2005), los cuales representan una importante fuente de trabajo e impulso económico para la isla, puesto que su madera es utilizada ampliamente para la construcción de casas y pisos.  Pero éste ecosistema no es explotado únicamente por esta bondad material, las condiciones en las que se desarrolla, proporcionan un ambiente propicio para el crecimiento de los hábitats de otras especies como cangrejos, calamares, diferentes tipos de peces, etc; lo cual también lo predispone para ser indiscriminadamente aprovechado.
Con lo anterior, puede observarse el oportunismo del hombre hacia el ambiente y el poco trabajo que realiza para restaurar los daños que ocasiona en función de su propio bienestar.
Bibliografía 
“Los manglares ” (2005) [en línea],disponible en: http://ponce.inter.edu/acad/cursos/ciencia/pages/manglares.htm, recuperado: 11 de mayo de 2011.  
    

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